Más de una vez he escuchado decir (y estoy segura de que tú también) que “a mi no me importa quién suba” yo tengo que trabajar. Esa idea parte de la premisa de que existe gente que ve al gobierno como una bolsa de empleo o una fuente de negocios.
La realidad es que los políticos, hayas votado por ellos o no, toman decisiones, que pueden ser desde las más inocuas, hasta del tipo que afectan aspectos super íntimos de nuestra vida diaria… de ahí, que lo personal es político y lo político es personal.
Estamos viviendo en Panamá momentos críticos. No solo tenemos una pandemia robándonos de nuestros seres queridos, de nuestras libertades y que ha carcomido el futuro de nuestros niños, sino que ha hecho de las desigualdades en este país más dolorosamente evidentes.
Y adivina qué… la gente ya está hartita y saliendo a la calle. Ahora, esto no es nuevo, pero el hecho de que estemos saliendo a la calle en plena pandemia es un indicador de que la cosa está dark.
La gota que ha derramado el vaso son las reformas en el Código Electoral y aunque en la Asamblea haya reculado, eso no es garantía de que eso sea un alto total y no una pausa temporal y hay tres cosas bien importantes que quiero que sepas sobre las reformas y que deberían molestarte:
Primero, que se aumente el financiamiento a los partidos y se permita que entidades como iglesias puedan donar (esto último presenta una serie de conflictos éticos y sienta precedentes nefastos para la separación clero-Estado).
Segundo, nuestros comentarios en redes sociales, tanto a favor como en contra de un candidato pueden ser considerados como propaganda política, lo cual atenta contra la libertad de expresión, el debate sano y el ejercicio irrestricto de la democracia.
Tercero, la forma en la que se interpreta paridad de género es que los candidatos principal y suplente para un puesto sean de géneros distintos y no que la nómina esté conformada equitativamente por mujeres y hombres. ¿Por qué la paridad es importante? Porque no podemos tener democracia cuando la mitad de la población no está representada.
Hay muchísimos cambios más a los que debemos prestar atención, y muy probablemente mis explicaciones sobre el tema no sean las más doctas. Por eso les invito a todos, todas, todes o como les dé la gana de identificarse, a que se informen, hablen de esto en sus casas, en sus trabajos, con sus amistades, y si es necesario salir a la calle de nuevo, bueno pues, que así sea.