Nuestra relación con el dinero se forma muy temprano, desde que comprendemos que mamá no puede quedarse en casa a jugar porque tiene que ir a trabajar, cuando vamos con nuestros padres de compras o nos dicen “en la casa hay comida”. Todas estas actitudes sobre y hacia el dinero las llevamos a nuestra vida adulta, por lo que es importante poder cultivar un manejo del dinero y consumo consciente en nuestros niños
Criar niños responsables con el dinero no es imposible, y hay muchas cosas que podemos hacer desde bien temprano para crear conciencia sobre el dinero, su valor y qué implica llevarlo a casa:
Hazlo tu asistente para las diligencias del hogar
Sabiendo que los niños son antojadizos, esto puede sonar hasta contradictorio, pero el participar de los quehaceres del hogar como ir al super, hacer mandados, pagar servicios, llevar cosas a reparar, les da una idea clara de qué implica administrar una casa y cuanto cuesta. Dependiendo de la edad, esto también se presta para conversaciones importantes sobre deberes y responsabilidades.
Dale una mesada y una alcancía
El clásico piggy bank es una manera infalible para que los niños aprendan a administrar dinero desde temprano. De niña tenía a Chinchorro, un sapo con una corbata roja de moño como la que tenía el ex-contralor y mi abuela me daba un dólar a la semana. En ese entonces eso era una fortuna, y cada vez que la llenaba, iba con ella al banco sintiéndome millonaria. Para lo más grandes una tarjeta prepagada o una Clave puede ser una buena herramienta para aprender administración
Abran juntos su primera cuenta de ahorros
Aunque ya le hayas abierto una de bebé, el ir al banco a abrir una cuenta es un gran paso de transición que dice “ya no soy una niña pequeña”. La banca local y las cooperativas tienen diferentes productos muy útiles para formar el hábito del ahorro como cuentas de navidad o de ahorro escolar, en las que depositas una cantidad fija semanal. El solo abrirla no cuesta nada.
Establezcan metas juntos y cumplan con los compromisos
¿Una bicicleta nueva? ¿Un videojuego? ¿Vacaciones en familia? Todo esto requiere planificación y si alguna de estas es un incentivo, por ejemplo, por buen desempeño escolar, es importante también establecer hitos específicos. Por ejemplo, mi hijo y yo acordamos que le compraría un juguete que quiere con la condición que saque arriba de 80 por lo menos en sus tres primeros ejercicios en todas sus materias. También, el que cada quien cumpla con su parte del compromiso ayuda a construir confianza.
Keep it simple
Los niños necesitan muchas cosas… comida, techo, ropa, educación, salud y por supuesto esparcimiento, pero definitivamente no necesitan el último videojuego a penas sale, el móvil más explotado ni las zapatillas más caras (que a todo esto, usualmente son las más feas). Como regla general, los regalos cool los reservo para cumpleaños y navidad, y ya los incentivos son más modestos, y en medida de lo posible, buscar que los incentivos sean actividades y experiencias en lugar de objetos tangibles.
Criar niños conscientes no es difícil ni mucho menos imposible, pero al final sí requiere constancia y disciplina, y los resultados lo acompañarán hasta su vida adulta, y esa es una de las enseñanzas más valiosas que le podemos dejar.