A la oficina en pijama (bueno, casi)

Una de las bellezas de ser un profesional en el Siglo 21 es que la tecnología disponible te da la libertad de no tener que estar físicamente en un lugar específico para ser productivo o para resolver alguna incidencia.

A pesar de trabajar en empresas donde el teletrabajo no es una política formal, las funciones propias de mi carrera y las herramientas a la mano me han permitido decirle a mi jefe “hola, hoy trabajo desde casa” cuando he tenido a mi hijo enfermo o se me presenta algún imprevisto. Claro, en algunos lugares sacar esa carta ha sido más difícil que en otros, pero ahí vamos.

El teletrabajo, que es como se le llama a trabajar fuera de la oficina tradicional, presenta una serie de beneficios tanto al trabajador como a la empresa como la reducción del gasto en dinero y tiempo al tener que desplazarse a la oficina, más libertad y autonomía e incluso, mayor tiempo con la familia. Por supuesto, siempre hay una que otra idea errónea sobre esto, por ejemplo que se trabaja menos o que uno se la pasa el día en pijama. En mi experiencia, es cuando más se hace, porque igual tienes que cumplir con tus objetivos, pero estás en pleno multitasking con tareas del hogar o toreando chiquillo.

Para lograr un día de home office tranquilo, lo ideal es disponer de un lugar en casa donde puedas colocar un escritorio o una mesa de trabajo y tener los útiles y equipos que requieras. A lo bajito, equipar una oficina en casa puede salirte en unos $1,000 entre escritorio, laptop e impresora, sin contar el servicio de internet, pero ¿qué haces cuando no tienes un espacio que puedas designar exclusivamente a un home office?

La realidad es que no necesitas un set up super sofisticado para ponerte a trabajar y hasta la mesa del comedor te funciona, pero siempre hay uno que otro datito que nos funciona para ser igual de productivos que en la oficina:

  1. Sigue un horario y establécete metas para el día. Que no tengas a tu jefe encima, no quiere decir que vas a fresquear. Al contrario, es cuando más disciplina requieres, e incluso más horas de trabajo metes.
  2. Utiliza un mismo lugar para trabajar y mantén tus útiles en un solo lugar. Esto ayuda a mentalizarte y evitas perder tiempo correteando chécheres.
  3. Evita trabajar en tu cama. Sí, es bien rico y todo, pero la tentación es demasiado y no estás tan alerta como si estuvieras sentado en una mesa.
  4. Ubícate lejos de la tele, o simplemente no la prendas. Es una distracción que no necesitas.
  5. Si hay más gente en la casa, comunícales que estarás trabajando, en especial si tienes llamadas agendadas.

Para aquellos que trabajan freelance de forma permanente, hay varios lugares de coworking en Panamá con tarifas bastante módicas que resuelven la necesidad de paz adicional, si la necesitas, o te brindan un espacio un poco más formal para reunirte con algún cliente.

Lo principal aquí es la disciplina para lograr tus objetivos y el acceso a las herramientas adecuadas para que trabajar desde casa sea un beneficio y no una carga. Ahora, me disculpan mientras saco la ropa de la lavadora 😉

 

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