Home Sweet Home: haciedo de tu primera vivienda un hogar

Mudarse por cuenta propia, ya sea que alquiles o adquieras una propiedad, es un paso serio y muchas veces implica empezar de cero, así como un millón y una cosas además del pagar un alquiler o una hipoteca.

Como mi edificio aun estaba en construcción para cuando compré mi apartamento, esto me dio tiempo para comprar cosas poco a poco y establecer prioridades. Algo que me ayudó mucho fue tener a mano un plano de mi apartamento y con eso fui identificando las áreas de mi nuevo hogar que serían prioritarias amoblar y cuáles podrían esperar, así como los servicios que necesitaría, como por ejemplo, el fee que tenía que pagar a la administración del edificio por el uso del elevador de carga para poder mudarme.

Ya con las áreas identificadas, armé un spreadsheet en google con cuatro columnas: ítem, cantidad, precio estimado, precio real y método de pago. En esta última fui incluyendo si lo pagaba en efectivo, tarjeta de crédito, o si estos eran regalos, o logré que me aplicaran alguna oferta. Una de mis ideas era poder pagar con tarjeta todo lo que pudiera de forma que me permitiera acumular puntos.

Mi primer punto a amoblar fue mi recámara, lo que dio inicio a un juego de ping pong interminable en el cual caí en cuenta de que “lo básico” era una lista bastante larga: necesitas una cama. Y sábanas. Y almohada por lo menos.

Luego seguían las lámparas y abanicos, pero para poder hacer esto, tenía que conectar la electricidad, lo que implicaba un pago de $50, más lo que pagué al electricista.

El siguiente paso era la cocina. Aquí los gastos más grandes serían la refri y la estufa. En el caso de mi refri, había presupuestado $600, pero realmente solo pagué el impuesto ya que estaba en oferta y usé certificados de regalo que canjeé de mi tarjeta de crédito. Otras cosas más pequeñas como el microondas y utensilios varios, los fui comprando poco a poco, e incluso algunas me las regalaron y otras ya las tenía, como la cama de mi hijo. El sofá y el comedor pasaron al último plano, y deliberadamente postergué compras como el televisor y la lavadora.

Todos estos bloques de compras/gastos los fui separando por mes. Por ejemplo, un mes pagaba x gasto o hacía x compra, hasta que finalmente conecté el internet.

Si bien durante todo este proceso llevé un tablero de Pinterest, de forma que ya tenía una idea del look n feel que quería en las distitnas áreas, algo muy importante es no arrebatarse comprando cosas y siempre tener contigo una cinta métrica, en especial si vives en apartamento pequeño.

Esto de ser propietario no es una carrera de velocidad, sino de resistencia. Todo, créanme que todo se ve super bonito y super útil en el anaquel, pero a veces es mejor esperar y hacer tus compras buscando la mejor relación costo-calidad, no solo porque la inversión que harás te acompañará por mucho rato, sino porque quieres que tu casa sea un hogar.

 

 

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