Estrés en el trabajo: the struggle is real

Recuerdo una cuña viejísima de unos vikingos atragantándose con piernas de cerdo y bebiendo de copones rebosando de vino como si no hubiera mañana. Cuando menos acuerdas, ¡BAM¡ Ves al vikingo alfa que le da un faracho y cae al suelo como una guanábana. Se trataba de un ad de mantequilla y el tagline era algo así como “comes para vivir, no vives para comer”. Ahora, reemplaza “comer” por “trabajar”…

Según la National Alliance for Mental Health, “el trabajo está en el núcleo de la vida contemporánea de la mayoría de las personas, brindando seguridad financiera, identidad personal y la oportunidad de contribuir significativamente en la vida comunitaria.” No es por gusto que desde niños aprendemos sobre el trabajo como elemento dignificador del ser humano, y así mismo se nos cae el mundo cuando nos despiden de un trabajo.

Tal como hay beneficios intrínsecos en el trabajo (sino, pregúntenle a mi madre por qué volvió a trabajar luego de jubilarse), este también puede ser fuente de estrés si no sabemos manejarlo.

En todo trabajo tenemos cosas como cierres, plazos que cumplir, informes, diferencias de horario, jefes canallas y una lista interminable de etc., que pueden afectarnos tanto física como emocionalmente. Si bien el estrés es un problema mental, este puede tener manifestaciones físicas como problemas estomacales, dolores, fatiga, alteraciones en la libido, cambios drásticos de peso y acné. Ahora, lo principal aquí es que podamos identificar esas fuentes de estrés y poder resolverlas de raíz, pero aun así habrá cosas fuera de nuestro control que es necesario poder gestionar. Para esto, mi super padawan Yovani Arizmendiz, quien es presidente del capítulo de Harding University del National Alliance for Mental Illnesses, nos comparte algunas recomendaciones para lidiar con el estrés:

  • Estar activo: Si algo aprendimos de Elle Woods, es que el hacer ejercicio ayuda a liberar endorfinas y las endorfinas te hacen feliz.
  • Tomar decisiones saludables: comer saludablemente y a las horas indicadas, beber menos, dejar de fumar…
  • Relajarse: Incluye dentro de tu rutina tiempo ya sea para hacer algún deporte, pasatiempo, tomarte un cafecito con tu bff, ir al spa o desconectarte aunque sea para escuchar el silencio. ¡Ah! Y cuando tomes vacaciones, tómalas de verdad.
  • Buscar ayuda: Sí, hablamos de terapia. Tal como cuando nos duele una muela vamos a un dentista y no a un chamán, los problemas de salud mental se atienden con un especialista.

Recuerda siempre que trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar… identifica tus fuentes de estrés, ataca lo que esté en tus manos resolver, y gestiona lo que no. No sea que quedemos como el vikingo del comercial ochentero de mantequilla.

Un comentario sobre “Estrés en el trabajo: the struggle is real

  1. Muchas gracias SUSANA, son muy valiosos tus comentarios, siempre llevan un contenido muy positivo y este muy en particular. Agrego que un Jefe debe ser un amigo un líder no un Jefe. El líder aconseja, dialoga, opina. El Jefe manda , ordena, es superior, sabe más, arrogante.

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