Crecer o escalar… ¿qué buscas?

Hace un par de años estuve en un tres y dos por una promoción. Era un momento de muchos cambios dentro de la organización y me postulé a la gerencia que mi jefa estaba dejando vacante.

A pesar de contar con el apoyo de mi ex jefa y del gerente general, en recursos humanos decían que yo no era la persona. ¿Y por qué no? Si era buena en mi trabajo y ya conocía la organización, la industria y los procesos internos y había sido parte crítica de los logros que habíamos acumulado en los últimos cinco años. Al final entre gerencia y recursos humanos llegaron a un punto medio, en el que mi posición cambió a un cargo de especialista (cuasi gerente), me ajustaron el salario y me colocaron a alguien del equipo de recursos humanos como coach. Ojo, esto no era algo que sentía completamente como un logro.

En el tiempo en el que estuve en esa empresa, fui a varias entrevistas de trabajo en las cuales o el paquete de compensación no era tan atractivo como el que tenía, o el trabajo requería viajar y Daniel estaba muy chiquito, o como me pasó en una ocasión, a rajatabla me dijeron que estaba sobrecalificada, a pesar de que ese trabajo pagaba más que el que tenía entonces… No me parecía tan malo quedarme más tiempo de lo que había planificado ya que realmente estaba chill ahí, sin embargo, mis responsabilidades y aspiraciones y todo ese checklist de cosas que se supone debes hacer cuando eres grande estaban fuera del alcance de mis finanzas de ese entonces.

Entre una cosa y la otra, llegué a convencerme de que si quería lograr mis metas, tenía que salir. Eventualmente acepté una oferta que me presentaba el cargo, los retos y la plata que yo tanto quería. Tenía en mis manos la oportunidad de levantar un departamento desde cero, comunicar los beneficios de un proyecto millonario y establecer un legado, sin embargo lo que buscaban no era una gerente que pudiera hacer todo eso, sino a una party planner glorificada… y bueno, cortamos palitos.

En mi caso, estos cambios sí me trajeron crecimiento, mas no como los pensaba, ni llegaron de la forma más agradable, cuz growing pains, yo… Fue una experiencia que me permitió darme cuenta que el cargo rimbombante no necesariamente es señal de crecimiento y ser feliz/exitosa no es llenar un checklist. De todo esto, la lección más importante ha sido que como profesional y como persona toca que estar claro de qué quieres y bajo qué términos está dispuesta a conseguirlo, y hoy estoy agradecida con lo que tengo.

 

 

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