Para mi los primeros tres meses en una nueva posición laboral son meses en donde siento mucha presión y veo que es un patrón que se ha repetido en mis últimas cuatro experiencias laborales. Debo admitir que mucha de esta presión es ejercida por mi misma y que tiene que ver mucho con el hecho que me gusta tener todo en orden y sacar todo a tiempo.
En estos momentos me encuentro en ese periodo y recuerdo claramente que durante las primeras ocho horas de mi nuevo trabajo, ya me estaba implantando ideas sobre el hecho que siento que estoy trabajando muy lento, que no entendía nada, y hasta llegué a pensar que no sabía nada de finanzas (y solo llevaba OCHO HORAS en el trabajo… vamos Rayza, ¿que pasa?). Al pasar las semanas puedo decir que ese pensamiento ha ido bajando su intensidad. Con el day by day me voy sintiendo más cómoda, y aunque mi avance no es a pasos agigantados por razones ajenas a mi, siento que estoy logrando algunas cosas para las que me contrataron.
Al final estas transiciones no son fáciles. Uno busca tener la exposición adecuada dentro del equipo de trabajo, mientras estableces nuevas relaciones laborales. Al mismo tiempo estás trabajando en causar una buena impresión dando resultados rápidos y de calidad. Para mantener mi mente enfocada, siempre trato de tener en mente consejos que he recibido de diferentes personas a través de mi vida laboral, los cuales me gustaría compartir con ustedes en caso de que estén pasando por esta situación:
- Construye buenas relaciones laborales, y constrúyelas rápido (al final verás que pasarás mucho más tiempo con ellos que con otras personas).
- Recuerda que es normal que te cuestiones a ti mismo.
- Busca reuniones one on one con tu jefe para así tener feedback de tu desempeño.
- Documenta todos los datos para futuras referencias.
- Ve levantando tu descripción del puesto (en ocasiones esto no es proporcionado por la empresa, pero quién mejor que tú para describir que estás haciendo).
- Toma cinco minutos diariamente para reflexiones sobre lo que estás haciendo, y a dónde quieres llegar. Esa será tu recompensa al final (bueno también el deposito de ACH al final de la quincena jajajaja!).
Debo admitir que después de haber escrito este post, me siento mucho más tranquila. Como lo dije anteriormente, las transiciones no son fáciles, a todos nos cuesta adaptarnos a nuevas cosas. Simplemente hay que verle el lado positivo a todo, trabajar duro para lograr sacar el trabajo, y de esta manera lograr el crecimiento profesional que todos buscamos. Y con esto cierro, diciendo que prometo bajarle dos niveles a mi estrés, por que todo va a salir bien. 🙂